jueves, 22 de octubre de 2009

A tí! Guise. (Sigifredo Silva)

Guise, se vé que eres sentimental
origen y principio de la belleza espiritual,
eres tierna y dulce como el manantial;
bravo guatemalteca ! mujer del quetzal.



El quetzal símbolo de tu tierra natal,
cuna de los Mayas de una cultura ancestral;
el fríjol y el maíz bases de tu comida tradicional,
siendo el 15 de sep. el día independencia nacional.

jueves, 15 de octubre de 2009

Le prometí...



Le prometí...



Lo prometido es deuda,
y la saldaré aunque pasen
cien años sin merecerla.

Le prometí llegar a usted
sin esperar nada a cambio,
solo para volver a nacer.

Prometí llegar a sus labios
aunque para cuando suceda,
estén secos de tanto esperar.

Le prometí dejar de ser
una prueba a pasar,
para que usted no tuviera
soledades que anidar.

Le prometí rebasar esas montañas
que ponen a prueba el salvaje
sentimiento que las acompaña.

Le prometí llegar a sus ojos,
para que vieran el color de la vida
y acariciarlo sin sonrojo.

Le prometí no dejar ser parte de su ser,
pero eso depende de usted
si quiere o no retenerme en su placer.

Le prometí jamás dejar de ser esa silueta,
tatuada en el mañana,
aunque hoy el alma se vea evaporada...

Aún sigo con la promesa
bien puesta a sus pies,
de que mañana no renunciare de ser su amada.

No basta, si te amo...


No basta, si te amo...

No basta escuchar
un te amo,
en el silencio de la soledad...

No basta solo con recordarte
y sentirte aun dentro
de mi corazón.

No basta que pase el tiempo
y me intrigué,
cuando te pienso.

No basta negar
que el sentimiento todavía no ha muerto
y que tu voz no se ha desvanecido por completo.

Si bastase todo eso
que sería hoy de mí,
sintiendo el castigo
de escucharte a lo lejos
coreando que tu amor es asiduo.

Mas tus palabras aun me sensibilizan,
mas tu sonrisa aun me enrojece,
más nombrarte es inexcusable,
porque es tan fuerte lo que siento,
que sé que hago mal
al negárselo al mundo entero...

Por eso no basta
si aún te amo.

Comunión de mariposas…


Comunión de mariposas…


En su infausto vuelo
ellas anidan de jardín en jardín,
buscando arrullo en los capullos
del silencio.

Errantes y brillantes
aletean,
en su soledad indagando comulgar
su anhelo eterno.

Del cáliz de una flor casi muerta
se auxilian impacientemente,
inquiriendo acoplarse al destino friolento
de sus mentes.

Danzando entre lirios
y arcoíris algún deseo despojado
de sus encausados placeres.

Comulgando de nuevo
el aroma de cada desierto.

Desnudas en un manantial
de tajantes deseos,
se bañan con el rocío de un eterno silbido
que las acompaña en su sosiego.

Comulgando de nuevo,
del tallo de esa rosa negra
llena de misterio.

Que nuevamente al alzar su vuelo,
y jugar en el bingo del tiempo,
comulgan con sus alas,
sin entrañable apego
a su ensueño...

Que apresadas en el júbilo
se han dado cuenta que disecadas comulgaron
ese privilegio de ser libres sin dueño.

Nadie...


Nadie...


Nadie podrá asaltar tu corazón,
porque yo ejercí en él, mi posición
.
Nadie podrá estremecer ese sentimiento
sin que yo te de ese consentimiento.

Nadie podrá presumir de lo que te ama,
si nadie te enamorará como yo.
Nadie podrá escuchar tu voz,
porque me perteneces
aunque juzgues tu condición…

Nadie tendrá esa libertad de mirarte,
si solo yo conozco tu sonrisa
a escondidas del sol celoso.
Nadie es capaz de esperar tu aliento,
si solo yo se pelear con tus sentimientos…

Que aunque sean ajenos son frágiles
como tus sueños.
Nadie cruzara ese límite que te has puesto
,
con indiferencia por culpa del tiempo,
Porque solo yo podré vencerte
aunque sigas maldiciendo cada momento.

Nadie es como yo,
porque no estoy aquí deletreando
cada sentimiento cuando sé,
que lo llevas dentro de tu corazón,
aún sabiendo que no hay tiempo
para sacarlo sin razón.

No habrá nadie porque,
nadie te ama como yo,
a pesar de estar en un cielo falso
amándote si esperar nada a cambio.

Quizás



Quizás


Quizás sea mejor que te busque
al pasar la niebla
que rodea tu recuerdo...

Quizás improvise algo mejor
para olvidarme de lo que antes fue amor,
quizá sea mejor ocultar
cada centímetro de tu ideología
en las estanques de mi corazón.

Quizás haya una estrella
esperándome para hacerme algún favor.
Quizá le encuentren el sentido
a cada letra que fue una incuria
o quizá puede que zozobre en mi dolor
para perder esa sensación.

Quizá esa puerta
que se mantiene cerrada,
se abra para dejar pasar esa irrupción
del descaro, ese efecto llamado amor.

Quizá obligue al tiempo
a detenerse por unos minutos
y piense que mi anhelo
se quedó en el desierto,
guardando un poco de rencor.

Un sincero adiós...


Un sincero adiós...

Un sincero adiós canta mis latidos:
finamente con un beso afectuoso,
buscaré en él, un poco de reposo
en la mudez que nos sigue perdidos.

Honrando con legañas los gemidos
que franquearan en un río frondoso,
que jamás dejo de ser amoroso,
y quedaremos ahí en sus olvidos.

Que con el tiempo formaron destrozos,
en la vida de esos finos amantes,
donde sus palabras hoy son trozos…

De agrado, que jamás será como antes
que en su adiós perecerán sus retozos
que abrigarán sus miradas errantes.

Eterno sentimiento


Eterno sentimiento




El amor es capaz de cruzar cualquier frontera,
capaz de ser tan fugaz pero justo,
es tan hondo como sus anhelos
que a veces sangra ligeramente el alma
sin que nadie pueda sentir, ese dolor íntimo.

Más solo dos, que lo viven y lo sienten
pueden sentir esa semejanza latiendo.
Se eterniza cada caricia,
la pasión que enlaza cada avaricia,
el vivo deseo de que nunca jamás llegará,
lo hace eterno en su remota holgura.

Es ilimitado el amor que perdona
al bien amado aunque se rinda
en las luchas que no ha ganado.
Que sus aras estarán siempre a la espera
de que su voz jamás muera,
como en su condena…

Que tan eterno y posible es ese sueño
del cual estaré siempre presa de este sentimiento.
hasta que el temor deje de aferrarse a mi cuerpo
y pueda alterar parte de mi destino
con sus sueños incompletos.

Imagínese usted



Imagínese usted

La serenidad surca mis pupilas,



rozando ese pensamiento con calma,



oír las voces urgidas del alma



que vuelan al vacío como águilas.








Imagínese usted, esas tranquilas



presunciones albergando su palma



rosando con furor, toda su ensalma



deteniendo esas horas que hacen filas...






Para retener con celo esas ansias,



que eternamente son madrugadoras



y osadas que actúan como ofensoras.




Que a la vez son tan lúcidas y necias



que parten el venir de las distancias



de mis extrañas mañas evasoras.

Reproches


imagen de ningo
Reproches

Te reprocho,
el unánime sentimiento
que se establece en mi corazón
a tu causa…

Los días grises
por tu ausencia y los momentos,
que no se han cumplido
por tu demencia.

Te reprocho
que hayas robado mi corazón
y que alma cautiva
vive en tu corazón…

Departiendo límites
que el tiempo
nos ha quitado
para estar fatigados de amor.

Te reprocho,
porque sólo tú sabes mi nombre,
y tienes a cuestas
mi pesadumbre…

Que no has desencajado
ni con el tiempo,
que nos hemos dejado de ver
tras el espejo.

Te reprocho,
porque he añorado decirte te amo
y el tiempo ha robado los supliros
que he dado por causa de tu querer.


Te reprocho
porque hoy has vuelto
y malversado mí locura de pensarte porque creí
que el destino te había separado de mí.

Mas no te reprocho
que aún me ames
aunque hayan
pasado mil años...

Y sigas pensado
que soy un caso
que difícilmente
puedas dejar de amar.

Te reprocho,
porque has dejado de besarme
y naufragar en mi cuerpo
que ha estado sin tu ser.

Necias soledades


Necias soledades

Ella camina desolada
sin buscar quimeras,
ella amó
en esa sublime primavera,
confesándose siempre con en el destino
que había olvidado
qué fue del último beso que regaló.

De que sus manos vacías enamoraron
o abrigaron el calor accionado,
siempre se vio desmallado ante la tristeza
de infinitos paraísos
y luceros en sus ojos.

Ella siempre se entregó
de mente abierta,
de soledades despiertas,
que de su aire venenoso
roza su piel desnuda,
mientras erra y delibera
como abrazar
a su tristeza aborigen…

Que los días pierden tono,
que la necedad se vuelve alimento
de su orgullo,
Mientras ella le pregunta al viento
sí podrá olvidar
y excusarse con su yo céntrico...

Que en su ansiedad,
zozobrarán sus lágrimas
en su necia soledad,
que le visita cada víspera.

Espíame...


Espíame...

Espíame mientras
el agua me desnuda en silencio,
que la luna me acariciará
en tu continuidad.

Espíame mientras mi voz
se confiesa,
en el trémulo de tu boca.

Espíame mientras la pasión
me abruma con su fervor
y yo deliro por tenerla
entre mi coalición.

Espíame mientras mis manos
estampan cada parte de mi cuerpo
hurgando por ti,
llamándote a mi deseo.

Espíame con la mirada oculta,
mientras tu aliento
se hace dueño
de mis sentimientos ajenos.

Espíame cuando yo no esté
al tanto de tu presencia
y me esconda cada día en tu clemencia,
para no ser de ti más,
una necesidad eterna.

Espíame mientras en mi ventana
veo llegar la esperanza
de que puedas malversar
tan solo un suspiro de afinidad.

Haiku III


Eres mi sangre
que al edén me trasladas,
sin voz me dejas.

jueves, 8 de octubre de 2009

A Usted (III)


A Usted
(de aquel que dijo, que el mañana no está escrito mintió...)

Si mis manos desnudaran tu sueño
integraríamos tú y yo una alianza.
Importunándonos en una danza
venciendo cada placer con empeño...

Pensé que serías como mi dueño,
deseaba tener una esperanza.
Donde urgiríamos con tal tardanza,
que andarías por mí, como sureño.

Indiscutiblemente estuve firme,
de sus desagrades exalté hundirme
y sufrí al sentir sus frases letales…

Con el tiempo se rasgarán los hilos
de delirios que vivieron leales,
donde ambos respiraremos tranquilos.

Haiku II


Cristales rotos
la insignia de una vida
corta de amor.

Reproches


imagen de ningo
Reproches

Te reprocho,
el unánime sentimiento
que se establece en mi corazón
a tu causa…

Los días grises
por tu ausencia y los momentos,
que no se han cumplido
por tu demencia.

Te reprocho
que hayas robado mi corazón
y que alma cautiva
vive en tu corazón…

Departiendo límites
que el tiempo
nos ha quitado
para estar fatigados de amor.

Te reprocho,
porque sólo tú sabes mi nombre,
y tienes a cuestas
mi pesadumbre…

Que no has desencajado
ni con el tiempo,
que nos hemos dejado de ver
tras el espejo.

Te reprocho,
porque he añorado decirte te amo
y el tiempo ha robado los supliros
que he dado por causa de tu querer.


Te reprocho
porque hoy has vuelto
y malversado mí locura de pensarte porque creí
que el destino te había separado de mí.

Mas no te reprocho
que aún me ames
aunque hayan
pasado mil años...

Y sigas pensado
que soy un caso
que difícilmente
puedas dejar de amar.

Te reprocho,
porque has dejado de besarme
y naufragar en mi cuerpo
que ha estado sin tu ser.

Espíame...


Espíame...

Espíame mientras
el agua me desnuda en silencio,
que la luna me acariciará
en tu continuidad.

Espíame mientras mi voz
se confiesa,
en el trémulo de tu boca.

Espíame mientras la pasión
me abruma con su fervor
y yo deliro por tenerla
entre mi coalición.

Espíame mientras mis manos
estampan cada parte de mi cuerpo
hurgando por ti,
llamándote a mi deseo.

Espíame con la mirada oculta,
mientras tu aliento
se hace dueño
de mis sentimientos ajenos.

Espíame cuando yo no esté
al tanto de tu presencia
y me esconda cada día en tu clemencia,
para no ser de ti más,
una necesidad eterna.

Espíame mientras en mi ventana
veo llegar la esperanza
de que puedas malversar
tan solo un suspiro de afinidad.

sábado, 3 de octubre de 2009

El Mar...


El Mar...
(réplica)

Si tan solo todavía fueras gaviota
surcarías aún en mi respiración
y bucearías en mis playas desoladas
sobre los osados males
deslizándote con despereza.

Si aún fueras esa arena
que me cela en mi ausencia
serías el único camino a andar,
por esas riberas secas
sin tu enamorar.

Si tan solo fueras aún ese sol,
nunca dejarías de nacer
en mi distancia,
y me observarías con apariencia
en tu relumbrar de eminencia...

Y si aún fueras un pez,
no inquirirías más agua en mi cuerpo,
que tú en mí aleteas
en un solo océano,
inofensivo o salino
tendrás en mí siempre un arrecife,
donde andar sin olvidar
que eres tan natural como
un aire fugaz.

Necias soledades


Necias soledades

Ella camina desolada
sin buscar quimeras,
ella amó
en esa sublime primavera,
confesándose siempre con en el destino
que había olvidado
qué fue del último beso que regaló.

De que sus manos vacías enamoraron
o abrigaron el calor accionado,
siempre se vio desmallado ante la tristeza
de infinitos paraísos
y luceros en sus ojos.

Ella siempre se entregó
de mente abierta,
de soledades despiertas,
que de su aire venenoso
roza su piel desnuda,
mientras erra y delibera
como abrazar
a su tristeza aborigen…

Que los días pierden tono,
que la necedad se vuelve alimento
de su orgullo,
Mientras ella le pregunta al viento
sí podrá olvidar
y excusarse con su yo céntrico...

Que en su ansiedad,
zozobrarán sus lágrimas
en su necia soledad,
que le visita cada víspera.

viernes, 2 de octubre de 2009

A usted... (II Soneto)

A usted...

Me considero fémina triunfante,
alegre por cantar un canto escueto;
ya está mi corazón gritando inquieto
aunque trasiegue tanto amor faltante.

Aun cuando nada veo por delante
su imagen ya lo llevo bien sujeto
por eso le confiero un gran soneto,
un arduo entorno a más, perseverante.

Señor, ya sabe usted le sigo amando,
que muy hondo resguárdolo seguro,
mas mis labios se encuentran claudicando.

Pues esto se ha quedado en lo maduro
y pienso hallarlo en esta vida hurgando,
por más que pareciese un simple apuro.

jueves, 1 de octubre de 2009

Soneto a mi hijo

Soneto a mi hijo
(A Javy)

Naciste en una vida silenciosa,
todo animando con tus travesuras,
arrullando inocente tu ternura,
en una tarde tan maravillosa.


Ennoblecen tus manos cariñosas,
carcajeas con tus caricaturas,
sonríes proyectando una aventura
o tus miradas dándonos hermosas.


Jamás esquivas la juguetería,
correteas contento y descansado
y terminas bebiendo una agua fría.


Para cuando el recreo ha terminado
regresamos escasos de energía,
satisfechos de estar juntos gozados.

Décimas a mi hija

Décimas a mi hija

(a Sussan)

Despiertas por las mañanas,
te tengo unida a mi pecho,
regalarte un dulce beso
mi niña bella y mimada.
Presumida y entregada
creces tanto con los años,
amo tu pelo castaño,
cantar, te quiero al oído
eres un sueño cumplido
por eso mi nena te amo.

En su ego... (Décima)


En su ego...

Hoy la vida sigue corta,
con el dolor en un hilo
en un cuchillo con filo
que el alma desnuda porta.
Que a su ego nadie le importa
qué frases usó en su duelo
de su desairado anhelo,
de su soberbia bizarra
que proyectó en la pizarra
el rencor vasto en su vuelo.

No accedo (Haiku)


Aún no accedo
a morir en tu edén
sin conocerte.

Cadena de Haikus...


Cadena de Haikus...


Degustaré
de tus caricias miel
de la vida….


Que caminamos
en el tiempo fugaz
siendo obligados.

Que zozobramos
olas en nuestra cama
en cada adiós.

Despojaré
renombres de tus labios
para vivir.

Fomentaré
palabras de ternura
en tu coraje.

Esclavizarte
dentro de mi pujanza
en resplandor.

Quisiera amarte
vadeando eminencias
de alevosía...

Pero después
me quedaré en tus tiempos
de insensatez.

Para entender
cómo se dilapida
un grado llano.

De Octubre y Diciembre Desolados



De Octubre y Diciembre Desolados

Octubre falta y termina
ajando ondas de dolor
en su barda de rencor
recitando en su rutina.
buscando aire en su colina
u olvidando en desventaja
cada instante que se raja,
que de él poseyó atención,
su inercia fue su intención
y se apellidó quebraja.




Mi Diciembre de carencia
de virtudes y nobleza,
lúgubre tez de tristeza
y descomunal inercia,
entereza indulta y necia
.
Qué fría celebración
brota sin postulación
a la falsa soledad,
convive sin libertad
talar su desolación.

Cuando me canse de esperar



Cuando me canse de esperar


Cuando me canse de esperar
el mundo se derrumbará,
la distancia será incrédula
y su voz se deshará
con el silencio desierto.
.
El equilibrio perderá control,
la primavera dejará de germinar,
renunciaré a sentir calma por el ayer
y recordaré como es morir
antes de creer
en los sueños de la inocencia.
.
Cuando me canse esperar
su nombre quedará perdido en la arena,
las aguas se quejarán
con su condena
y yo desperdiciaré una estrella
fugaz en la quimera.


Cuando me canse de esperar
las montañas dejarán de ser un desliz,
el destino no será un comienzo
y todo se habrá olvidado
con el tiempo.

Enséñame...


Enséñame...

Enséñame el arcoiris de tus días
de qué color es tu abandono
cómo se pinta una despedida
o cómo podrías amar sin mesura.

Enséñame el inesperable
camino de la vida,
de los cuales tu partida
será la injusta,
solo porque pretendes
una deriva.

Enséñame a no necesitarte
cuando busques tú huida,
a no mencionarte
cuando navegues
tu olvido
y resistas olvidarme.

Enséñame qué tan fácil
es aprender y qué tan difícil
es juzgar,
la real virtud del que ha vivido
sin merecer.

Enséñame a tener voluntad
para amedrentar esta caída,
a tener las manos sin sangrar
para arrancarme esta hambre
necio y débil
que abarca mi vida…

Enséñame,
tan solo para respirar
y madurar si vale la pena
seguir cruda en tu hostilidad.

De noviembre aventurado



De noviembre aventurado



Doro Invierno te prohíbo
anunciar noviembre, el veto
de su mirada en boceto,
de su ternura recibo.
De su apego ya no escribo
y su eterna compañía,
de su voz que yo daría.
Fue tan solo un equivoco,
o la osadía de un loco
de tanto precario día.

Bebe...


Bebe...


Bebe de mi paz
en mis manos secas,
para caminar,
bebe de mi mirada malgastada
para divagar.

Bebe del camino

que ha nacido,
para auxiliar tus latidos.
Bebe del aire de cada árbol
para seguir en pie
y espera verlo quejarse
al amanecer.

Bebe de mi destino,

para saborear
cómo serán tus días
y cuéntame al volver
si pudiste alcanzar la paz
en su desbarro.

Bébeme,

como si fuera la humedad,
que sofocará tu pasión
y cuando me tantees
dime si encontraste
lo que demandabas acariciar.

Bébeme en un instante
que mis labios te regalarán
un poco de esperanza,
solo con ver al tiempo
naufragar sin parar.

Rejas de vanidad

Rejas de vanidad


Rejas de vanidad,
se tienen en el ejemplo del tiempo
en un tic tac sin aliento,
se desnuda enfilándose
en su camino abierto
de serenidad.


¡Cuánta belleza posee
su silencio,!
¡cuánto dolor atesora
su seno,!
¡cuánta delicia hay en sus labios.!


Es de ese pudor que he de probar,
vanidosamente arrastrándome
hasta sus pies,
viéndole siempre en la misma
marca de agua
de aquel péndulo sin tiempo.


De donde el ego,
no escapa ni apedreadas,
ni la vanidad encaja
en sus veladas.

Al poeta muerto



Al poeta muerto

Al poeta muerto
le traigo un racimo de versos,
los esplendores que en vida
pudo escribir en su eco...


Impregnados de su voz
hacendosa y áspera,
ahí le enuncio con apego,
cada retumbo que dejó
en su nota.

Versos acortados
llenos de cobardía
en su modelo...

¡ Ah poeta has muerto ¡
sin podernos escribir de nuevo
que daría por escucharlos
de tu boca...


Pero el silencio
ganó tu hostilidad
sirviéndote en tu tumba.

Has muerto,
porque los versos sangraron,
sin dejar sabor a ti
en cada estrofa.

A unos labios




A unos labios


Que destilan miel,
que sonríen mansamente
buscadores y ausentes,
que viven del néctar del amor,
extasiados de pasión,
que peregrinan sin celo,
más con sed de humedecerse.


A esos que moldean una sonrisa,
en un vaivén de idolatría...
A unos labios
quebrados y secos
que se deslizan en su cielo
ilusionados ser mimados.


A unos labios
que necesitan ser buscados,
mojados de vanidad,
que beberán de cada silencio,
y respiraran de su aliento
a esos que no descansan
de amar noche y día.

Sin sentido



Sin sentido



De pecados capitales,
entre caídas y celos,
en sus desterrados vuelos,
brotaron verbos carnales.
Yaciendo adustos letales
como arrebujes bravíos
llenos de culpas y loquios,
purgando almas poseídas,
son saladas y caídas,
con sentidos extravíos.
 

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