Si me besas, moriré...
La noche me demanda así con creces,
pues alma tan desnuda y callejera
hoy bebe en ti tu dócil a desveces
adonde el cuerpo está con su caldera.
Cordial de tu plegaria y me enloqueces
hurtando de tu sien la enredadera;
porque a tus labios toda me embelleces
en cada beso a bella luz primera.
Invádeme en un beso desde el cielo
haciéndome laurel e inmensidad
al más desasosiego piel de celo.
Entrega el vehemente asir en duelo
que el cuerpo tuyo y el mío, halle piedad
de hacernos amorosos con un vuelo.